MATERIALES Y PROCESOS DE IMPRESIÓN - AUTOADHESIVO
Los materiales autoadhesivos empezaron como papeles
engomados que precisaban que se humedeciese la cola con agua para permitir su
adherencia. Dieron un paso más allá en la década de 1930, cuando R. Stanton
Avery desarrolló una hoja autoadhesiva que era mucho más manejable y podía
aplicarse sobre volúmenes curvos como los de las botellas. Otra de las ventajas
era que esta hoja podía recolocar-se sin dejar ningún resto pegajoso.
Los materiales autoadhesivos están hechos con un adhesivo de
base acuosa que se aplica mediante unos cilindros sobre un papel o soporte
recubierto de silicona. Se deja secar y se le coloca el frontal o superficie de
impresión. Entonces el adhesivo queda fijado a esta lámina superior.
Los materiales autoadhesivos se su-ministran en dos
modalidades: con el mate-rial posterior sólido o semicortado.
El reverso sólido supone separar toda la hoja adhesiva desde
uno de los bordes. El reverso con semicorte permite partirlo en dos y separarlo
con más facilidad del adhesivo. Este último tipo de autoadhesivo puede ser más
fácil de usar pero tiene tendencia a transparentarse a través de la superficie
impresa, además de no permitir imprimir sobre el reverso.
Aun a riesgo de que parezca obvio, cabe señalar que los
materiales autoadhesivos tienen una aplicación muy específica y raramente se
emplean para otra cosa que no sea el etiquetado. La gama de adhesivos es muy
variada, desde los industriales hasta los domésticos, de modo que es aconsejable
definir bien cuál va a ser su aplicación para evitar pagar demasiado por un
adhesivo cuyas funciones puedan no ser necesarias.
Los materiales autoadhesivos pueden encontrarse en diversos
colores y acabados. Sin embargo, es bastante habitual encontrar el logo de un
fabricante impreso repetidas veces en el reverso de papel. Esto puede afear
nuestro material impreso, por lo que conviene especificar previamente que
deseamos un reverso en blanco. El proceso de fabricación también nos proporciona
la posibilidad de escoger materiales más gruesos y, en algunos casos, también
soportes más gruesos, que pueden añadir consistencia a nuestro producto
impreso. Todos los materiales autoadhesivos pueden imprimirse y manipularse sin
inconveniente con cualesquiera de los procesos habituales. La única dificultad
que hay que tener en cuenta es que cuanto mayor sea el panel autoadhesivo, más
difícil será aplicarlo.
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