lunes, 6 de enero de 2014

MATERIALES Y PROCESOS DE IMPRESIÓN - PAPEL

MATERIALES Y PROCESOS DE IMPRESIÓN - PAPEL 


Es imposible abarcar aquí con la profundidad suficiente el amplio tema del papel. En este capítulo nos centraremos en las pro-piedades del papel que deben tenerse en cuenta a la hora de planear la elección del material: gramaje, grosor y volumen. Estas tres propiedades básicas deben considerarse al mismo tiempo, pues están vinculadas matemáticamente.

El gramaje suele darse en una medida de peso, normalmente gramos por metro cuadrado, y es una variable fundamental al escoger un papel. Con frecuencia se utiliza el gramaje para referirse al grosor del papel, lo cual es erróneo puesto que el grosor en realidad depende del volumen del papel.

El grosor suele medirse en mieras —milésimas de milímetro— y constituye la distancia entre ambas caras del papel. El grosor del papel determinará la estabilidad y la cualidad táctil del producto impreso final.

El volumen, o volumen específico, define la relación entre el gramaje y el grosor de un papel. Un papel con un volumen bajo es menos compacto y contiene menos aire que un papel de volumen elevado. Por consiguiente, un papel poco voluminoso

será fino y pesado, mientras que un papel muy voluminoso será más ligero, poroso y grueso. Debido a su menor contenido de aire, un papel poco voluminoso será más liso que uno muy voluminoso, normalmente.
La rugosidad es otra característica que hay que tener en cuenta con respecto al papel. Por norma general, los papeles no estucados tienen mayor rugosidad que los estucados. Para reducir la rugosidad, el papel se comprime y alisa en una estucadora o calandria. Existe una relación entre el volumen y la rugosidad, puesto que un papel liso y comprimido siempre será menos voluminoso. Para lograr un volumen mayor, no queda más remedio que sacrificar en cierta medida la lisura de la superficie del papel. La rugosidad de la superficie también afecta al proceso de impresión y los papeles más rugosos e irregulares son difíciles de imprimir.

La opacidad es otra propiedad importante del papel. Un papel con una opacidad del cien por cien es completamente opaco, mientras que un papel de baja opacidad, como el papel de calco, deja pasar mucha más proporción de luz. Durante la impresión, la tinta penetra en el papel y reduce

su opacidad, lo que puede ocasionar que transparente la tinta a través de la hoja. Esto se denomina opacidad de impresión y resulta especialmente determinante a la hora de imprimir a doble cara, en particular sobre papeles de poco gramaje, ya que deberemos tener en cuenta la colocación de textos y gráficos en ambas caras de cada hoja.
La dirección de la fibra, o dirección del grano, de un papel define la orientación que tienen las fibras que componen la hoja. Esto afecta a la rigidez del papel y hace más difícil plegarlo a lo largo de ese eje. La dirección de la fibra nos la proporcionará el formato que nos haya dado nuestro proveedor, pues la primera cifra de ese formato corresponde siempre a la longitud del costado que sigue la dirección de la fibra del papel.


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