viernes, 17 de enero de 2014

Exposición, Pedro Duim, Tres Visiones de la Caracas Moderna

Exposición, Pedro Duim, Tres Visiones de la Caracas Moderna

2013 - 2014
PDVSA La Estancia
Salas Principales









A lo largo del siglo XX la fotografía se popularizó de tal manera que el hecho de tomar fotos se ha convertido en una práctica social universal: tomar, guardar, mostrar y mirar fotografías nos permite compartir historias, registrar momentos y escenas que luego, con el paso del tiempo, nos hace rememorar eventos, situaciones y recordar a seres queridos. En ese sentido, las fotografías que conforman el archivo de Don Pedro Duim nos narran experiencias de contextos sociales cotidianos de nuestra vida moderna y rural como un carnaval, un cumpleaños, una celebración religiosa o folklórica, un desfile militar, eventos deportivos, paseos, cuya trascendencia se vislumbra en su presencia vital, en sus vivencias y, sobre todo, en su existencia como imágenes portadoras de
sentido.

Revisar el pasado se ha vuelto hoy en día una fuente de reflexión significativa, una forma de (re)pensar nuestro futuro. En ese sentido, las imágenes de Pedro Duim nos invitan a una comprensión reflexiva de lo retratado, a través del uso de encuadres y de distancias justas, casi frontales por parte del fotógrafo, producto de un acto consciente y de un modo muy particular de comprender el
momento. El resultado es una mirada introspectiva a un ambiente familiar, retratos de niños y amigos, de personas cercanas, de situaciones cotidianas que logran transmitirnos complicidad y afecto.

El acto de fotografiar en Pedro Duim es

la de un cronista en estado constante de alerta. Su archivo fotográfico es hoy por hoy un testimonio inestimable del tiempo que le tocó vivir. Cada imagen es el fruto de un acto fotográfico juicioso y voluntario, que, en su conjunto, nos muestran sus inten- ciones de construir una narrativa de la memoria y de las identidades; es un vehículo para el relato, que debe ser pensado como un dispositivo visual familiar, dentro del cual tiene una especial función la imagen de un colectivo, que forja una trama amplia de relaciones.

PDVSA La Estancia, brazo social y cultural de nuestra industria petrolera, a través de la presente exposición, rinde un merecido al homenaje al fotógrafo Pedro Duim, cuya vida y obra son ejemplo de lucha social y dedicación exclusiva a la fotografía, vista como un acto de devoción hacia sus seres queridos y a la Caracas de su tiempo. 







Pedro Duim nace en 1918 en Río Claro, estado Lara. De niño vive en Los Teques, Maracay y Ocumare de la Costa con su hermana mayor. Por esos años comienza su afición al boxeo, que lo acompañará toda su vida como parte sustancial de su universo fotográfico. Después de recorrer a pie desde Aragua hasta Trujillo, establece su residencia en Caracas donde trabajará en distintos lugares y oficios: como estibador y vendedor en el Mercado de Sarria, como albañil en Los Flores de Catia, como portero y acomodador en el Cine San Juan y el Teatro Ritz. Conoce a su esposa
Margarita Giraud con quien tiene dos hijas.
En 1945 comienza a trabajar en el Hospital Psiquiátrico de Lídice. Ese mismo año realiza su primera fotografía de la Estatua del Libertador en la Plaza Bolívar. Trabaja como ayudante en el laboratorio fotográfico de la Creole Petroleum Corporation. Luego, en 1954, se muda a Santa Cruz de Aragua donde instala una granja avícola y comienza a hacer ciclismo. Tras su fracaso como avicultor, regresa a Caracas y
comienza a trabajar en el Instituto Agrario Nacional como chofer y proyectista de películas y, en paralelo, como fotógrafo de la Guardia Nacional. En septiembre de 1958 regresa a Lídice y comienza a trabajar en el antiguo Ministerio de Energía y Minas, donde se jubila tras veintiún años de labor.
En 2003 el Museo Jacobo Borges realiza una muestra sobre su trabajo fotográfico y, posteriormente, en 2005 publica el libro Hechos y fábulas de Pedro Duim. Don Pedro Duim fallece en febrero de 2012 en Caracas. 


lunes, 13 de enero de 2014

ESTILOS DE APRENDIZAJE

ESTILOS DE APRENDIZAJE




Las modernas teorías del aprendizaje insisten en que éste es un proceso variado. Empleando su terminología, podemos dividir en tres categorías las maneras que tiene el visitante de implicarse -visual, auditiva y cinestésica-, cada una de las cuales describe una de las maneras más comunes de aprender en las exposiciones. Estas categorías son útiles para el diseñador, ya que hacen hincapié en los diversos tipos de estímulos que se requieren para implicar a un amplio espectro de públicos.

 Pabellón del Reino Unido, International Expo 2005, Land Design, Aichi, Japón. Este elemento de la exposición implica a un amplio espectro del público mediante una mezcla de estímulos visuales, auditivos e interactivos. Se anima al visitante a aprender sobre la habilidad del geco (salamanquesa) para trepar por superficies verticales a través de un "hombre geco" virtual que escale un edificio. La exhibición también muestra cómo los humanos desarrollan tecnologías mediante el estudio y emulación de los animales.

El aprendiz visual
Este tipo de aprendiz necesita de estímulo visual para implicarse. Se sienten más atraídos por imágenes llamativas y son menos propensos a leer los textos. Antes que los escritos, prefieren explicaciones visuales de los fenómenos y de los datos técnicos; los cuadros, líneas de tiempo y diagramas de flujo son más adecuados para ellos. Ningún visitante es sólo del tipo visual, pero el interés de éstos por los elementos de la exposición es estimulado por imágenes, filmes y esculturas tridimensionales. Si examinan después el texto es a impulsos del impacto visual inicial de lo mostrado. Los diseñadores y artistas suelen ser del tipo visual y conectan fácilmente con este tipo de aprendiz.
El aprendiz auditivo
El aprendiz auditivo es el menos adecuado para las exposiciones tradiciona­les. Estas personas aprenden mejor por la comunicación verbal y el diálogo y les gusta interpretar el significado de las cosas a través del lenguaje. Para llegar a ellos es esencial el uso del sonido. Pantallas interactivas, grabaciones de voz y guías en audio son los medios de interpretación preferidos por este tipo de visitantes. La conversación con comisarios de la exposición, las charlas y presentaciones también son maneras útiles de implicar a los aprendices auditivos.

El aprendiz anestésico
Este tipo de visitante aprende mejor con un enfoque táctil que le permita explorar activamente el mundo físico, y evita los museos y exposiciones tradicionales. Para el aprendiz cinestésico, que se interesa por los objetos y artefactos que se puedan tocar una muestra de cosas detrás de un cristal resulta algo muy lejano; no hay nada que agarrar ni que hacer y se aburre enseguida o busca otras distracciones. Las exposiciones interactivas atraen especialmente a este tipo de persona, a quienes les gustan las reacciones y la interactividad electrónica y analógica. Este estilo activo de implicación rara vez se tiene en cuenta en las galerías de arte, pero es bien comprendido en las exposiciones científicas interactivas.



Izquierda / Abajo izquierda
Ford VJ Experience, Imagination, Detroit Auto Show, Detroit, Michigan, EE UU, 2007 Esta experiencia fue concebida para aumentar la resonancia emocional entre los visitantes y la marca Ford. Se filmaba a los visitantes respondiendo a preguntas sobre cosas que podrían cambiar sus vidas. Las filmaciones con las respuestas de los visitantes fueron recogidas y compiladas por VJs {video jockeys) en secuencias visuales con banda sonora que se mostraban en una gran pantalla LED. El monitor central mostraba a los VJs en acción, mientras que otras pantallas menores invitaban a los visitantes a participar en la experiencia. De este modo, los contenidos de la pantalla eran generados por los visitantes y se procuraba inspirar una nueva forma de interacción entre el visitante y la marca.