Adolescentes y museos
Los adolescentes suelen resistirse a visitar los museos y no
aceptan fácilmente, a diferencia de los niños, que la experiencia sea buena
para ellos. Los analistas ofrecen diversas explicaciones del fenómeno. Unos
sugieren que los adolescentes en general carecen de curiosidad hacia el mundo,
fuera de la burbuja de su escuela, amigos y entorno Inmediato; otros señalan
las presiones que sufren para alcanzar diversas metas, como exámenes, ingreso
en la universidad, etc. Los propios adolescentes se quejan de que los museos no
tienen Interés para ellos y que los encuentran alienantes.
Para muchos adolescentes, el museo es un lugar donde les
dicen cómo tienen que pensar y comportarse, y donde está mal vista cualquier
actitud que no sea de silenciosa reverencia hacia las piezas expuestas. Los
guardianes del museo y el personal preocupado por la seguridad de sus objetos
es otra barrera para que los adolescentes disfruten del entorno.
Diseño para la accesibilidad
En los últimos diez años, el diseño para los discapacitados
recibe el nombre más adecuado de "diseño Inclusivo" o
"accesibilidad" Esto refleja un cambio de énfasis desde la percepción
de la necesidad de dar facilidades a los usuarios de sillas de ruedas y a los
inválidos hacia una creciente conciencia de que la discapacidad es algo mucho
más amplio. Las campañas de los grupos de discapacitados han conducido a los
gobiernos a elevar a leyes las buenas prácticas, y han hecho que en muchos
países sea obligatorio lo que antes sólo era recomendado. Como consecuencia de
esta legislación, se han dado pasos positivos hacia una genuina accesibilidad,
aunque aún queda mucho por hacer. Los edificios irregulares, los varios niveles
de plantas y los corredores laberínticos de muchas grandes instituciones siguen
poniendo a prueba la habilidad hasta de los más capacitados. Para muchos
discapacitados estas instituciones son imposibles de recorrer sin la guía y
ayuda de especialistas.
Los promotores de campañas insisten en que el buen diseño
inclusivo debe promover la Integración de las instalaciones, creando entornos
que puedan ser usados por todos los visitantes sin separar a los discapacitados
de los demás. Se argumenta que si los expositores separan a los discapacitados
están promoviendo la actitud de considerarlos al margen. Ciertamente, muchos de
los bien intencionados sistemas construidos en el pasado para ayudar a las
personas con discapacidades compromenten su experiencia como visitantes, y
crean separaciones artificiales que causan resentimiento y en último extremo
las desaniman a acudir. Los diseñadores, por tanto, no deben tender a crear
exposiciones especiales, discapacitadas, sino buenas exposiciones públicas a
las que el grueso de los visitantes pueda acceder por diversos medios,
incluidos los "recorridos táctiles" bucles de inducción para sordos y
una buena planificación de la circulación. Muchas de las medidas motivadas por
la accesibilidad benefician también al resto del público. Por ejemplo, al
limitar el empleo de cristales muy reflexivos, los diseñadores ayudan a que las piezas se vean mejor por todos
los visitantes, no sólo por los que tienen problemas visuales.
Existen diversas prácticas que hacen las exposiciones más
accesibles a los discapacitados. Por ejemplo, el Victoria & Albert Museum
de Londres organiza visitas comentadas en lenguaje de signos para sordos y
"visitas táctiles" para los Invidentes. Estas últimas permiten a los
ciegos leer etiquetas especiales en Brallle y tocar esculturas antiguas de
piedra, con las que pueden relacionarse de una manera personal e íntima
mediante el tacto. Estas visitas son sólo para Invidentes, para preservar la
conservación de las piezas; un efecto lateral es que los ciegos, normalmente en
desventaja, aquí se sienten privilegiados.
Los expertos Insisten en que toda medida Inclusiva debe ser
bien meditada. No tiene sentido poner etiquetas en Brallle y permitir tocar las
piezas en una sala con una escalera sin barandilla. Por mucho que los
invidentes desearan tocar una pieza, no se arriesgarían a caerse por el hueco
de la escalera.
La mejor manera de comprender la situación de las personas
con dlscapacldades es la experimentación personal. El Royal National Instltute
for the Bllnd y muchas otras organizaciones Interesadas en el diseño accesible,
muestran cómo es sufrir una discapacidad: piden a estudiantes de diseño y otras
personas Interesadas que simulen una discapacidad empleando una silla de
ruedas, por ejemplo, o llevando gafas oscuras con las lentes tapadas.
Dentro de un grupo amplio de visitantes, habrá una
proporción de afectados por otras discapacidades ocultas y que no debemos
olvidar. Por ejemplo, la dislexia es frecuente y puede atenderse con un buen
diseño gráfico.
SI...
• Pida a su cliente información sobre su
público actual y otros públicos a los que le gustaría atraer.
• Estudie a
fondo al público y trate de descubrir qué podría atraerlo.
• Construya un
archivo visual de imágenes procedentes de su Investigación.
• Responda a los distintos estilos de
aprendizaje de los visitantes ofreciéndoles diversas maneras de relacionarse
con las piezas expuestas.
NO...
• Dé por sentado que todo el mundo
compartirá sus ¡deas sobre la exposición o las piezas mostradas. Investigue
para conocer las necesidades y preferencias de los demás.
• Ponga barreras Innecesarias entre
visitantes y piezas. Permita que los visitantes se acerquen tanto como sea
posible.
• Diseñe muestras que marginen a los
visitantes discapacitados. El acceso igual para todos es clave en el buen
diseño de exposiciones moderno.
• Espere que los visitantes entiendan y
disfruten de la exposición si no se explica con claridad las razones de la
misma.Si no se llega a captar el
significado de una exposición, el fallo está en el diseño.
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