martes, 6 de agosto de 2013

NIVELES PARA DIVERSOS PÚBLICOS

Todas las exposiciones grandes se dirigen a un amplio espectro de visitantes, algunos con más conocimientos sobre el tema que otros. Para adaptarse a sus diversas necesidades, diseñadores y expositores usan niveles de información. Hay muchas maneras de crear niveles en una exposición. Por ejemplo, puede haber niveles según la longitud de las visitas -cortas, medias, largas- o según los grupos de interés: una muestra de aviones tendrá niveles diferentes, como ingenieros, estudiantes y pilotos. A continuación veremos cuatro tipos de visitante, con distintos niveles de conocimiento que deben ser atendidos:









El experto

Es el especialista que conoce bien el terreno y quiere complementar su propio mapa detallado del área. Puede que haya recorrido antes la mayor parte del terreno, por lo que estará interesado en los caminos menos trillados. Busca exposiciones o información que amplíe sus conocimientos previos, y mucho de lo que va a ver ya le será familar. Esta persona necesita un elemento de búsqueda, quiza una pantalla o una base de datos de referencia de materiales, para explorar en profundidad determinados aspectos de la exposición. Puede que desee poder sentarse, en especial si su indagación requiere tiempo. Su mirada se fijará en cierto número de objetos expuestos, y debe disponer de datos que le permitan ahondar en la procedencia, tipo, fecha y trasfondo de cada pieza.

El viajero habitual

Esta persona está familiarizada con los principales aspectos y desea descubrir más explorando sobre el terreno. Tiene una base razonable de conocimientos y desea aumentarla, pero le motiva más una curiosidad general que la necesidad de buscar información específica. Para satisfacer las necesidades del viajero habitual, el diseñador debe planificar un nivel informativo. Esto puede conseguirse de varias maneras: texto explicativo, muestras audiovisuales y otros medios de interpretación. En algunas exposiciones resulta útil un catálogo detallado para que el visitante generalista pueda leerlo y explorarlo a su gusto. Un sitio web con más detalles de la exposición también es provechosa para el viajero habitual.

El explorador

El explorador no conoce el terreno pero quiere enterarse de lo más importante. El diseñador de exposiciones debe asegurarse de que existan señalización y rotulación que identifiquen un camino bien definido. El rastro de información trazado por el diseñador debe transmitir datos suficientes para que el explorador entienda la esencia de la exposición con el mínimo de confusión. Este tipo de visitante necesita un "nivel superior" de información, muy bien organizado y riguroso.

El desorientado


El desorientado a veces no sabe adonde ir en la exposición. Busca algo que atraiga su interés, alguna luz que guíe sus pasos. Puede que haya venido con otro visitante que sabe más sobre la exposición y que se haya separado de él. El diseño interpretativo de buena calidad debe incluir una amplia gama de actividades y opciones para el desorientado. En exposiciones científicas para niños pequeños, que no entenderán una serie de elementos dedicados a los adultos, hay que ofrecer a los más jóvenes imágenes que les estimulen y que al mismo tiempo transmitan un mensaje sutil. Por ejemplo, una imagen estática de huesos de dlnosauro complacerá a un adulto interesado en la historia natural. Para el niño, será más divertido un paseo simulado a lomos de un dinosaurio, mientras que le comunicará igualmente muchos aspectos importantes del comportamiento del animal.